1 DE MAYO
LA EXPLOTACIÓN del Capital y Estados continúa un año más. A nivel mundial, hemos sabido recientemente que 62 familias acumulan tanta riqueza como los 7.000 millones de personas restantes que poblamos el planeta. Estos meses hemos asistido al endurecimiento de los apartheids europeos, con el confinamiento y deportaciones masivas de miles de refugiados que han huido de las guerras que el capitalismo y el imperialismo provocan. Aquí, en Cataluña, seguimos sufriendo los efectos de la destrucción de condiciones laborales, que precariza la vida misma de millones de personas. Precarización que en algunos de los sectores que ahora mismo generan más beneficios al Capital, como el turismo, es el pan de cada día para la mayoría de trabajadores y trabajadoras. Continuamos siendo víctimas de la destrucción de nuestra salud laboral, con una enésima reforma de la ley de mutuas y con el mantenimiento de tribunales médicos de excepción como lo es, ahora mismo, el Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM). Y seguimos observando como los salarios caen, mientras los beneficios y las grandes fortunas capitalistas crecen en medio de esta crisis que, en realidad, no es sino un gran expolio social.
LUCHAMOS. Porque no hay otra. Porque no nos resignamos a ser víctimas. Porque no confiamos en los cantos de sirena de las instituciones políticas. Unas instituciones que, al margen de quien las gobierna y quién las ha gobernado, actúan por norma al servicio de los intereses del Capital. Lo estamos viviendo ahora mismo, con una gran transferencia de dinero público a las empresas privadas bajo la forma de múltiples estímulos y exenciones de impuestos, mientras se criminaliza las personas paradas y se les regatea y recorta las ayudas y las prestaciones sociales. Lo vemos también cuando, a pesar de alguna medida cosmética puntual, se siguen produciendo desahucios, mientras las entidades financieras siguen manteniendo y especulando con decenas de miles de viviendas vacías.
Luchamos porque hemos decidido ser protagonistas de nuestro presente y, sobre todo, de nuestro futuro. Como lo que somos, trabajadoras y trabajadores. Con contratos estables, con contratos precarios, sin contrato o, también, sin trabajo remunerado. Y como pensionistas o estudiantes. Nacidos aquí y también llegados de todas partes, hace décadas, hace unos años o hace pocos meses. Porque somos parte de la inmensa mayoría de la población mundial, las que vivimos de nuestra fuerza de trabajo y no de la explotación de otras personas.
Y GANAMOS. Porque sólo la lucha permite encadenar victorias. Estos primeros meses de 2016 hemos parado la precarización en Remolcadors de Barcelona, SEAT Componentes y Saint Gobain, en uso de la huelga indefinida como herramienta de lucha. Se han evitado todos los despidos en Socorristes de Barcelona y en departamentos de las multinacionales T-Systems y Hewlett Packard. Con más huelga, con más lucha. La acción directa, la acción colectiva, es lo que ha permitido también la retirada de proyectos precarizadora en la Universidad Autónoma de Barcelona o el despido de 70 profesores. Las masivas huelgas en Bus y Metro de TMB supondrán también pronto nuevas victorias de la clase trabajadora ante las patronales casposas disfrazadas de 'nueva política'. La lista es mucho más larga y seguirá creciendo. Lo tenemos y debemos tener todas muy claro. No es sólo que el simple hecho de luchar ya sea suficiente para no vivir una vida de esclavitud resignado. Es que es la única opción que funciona.
Como consecuencia del hecho de ser molestos para el poder hemos sufrido también la represión, en forma de despidos, amenazas, sanciones y denuncias. Pero aquí seguimos. Y seguiremos. Hemos roto el espejismo de los procesos y de las nuevas políticas, recordando que las injusticias continúan. Y estamos consiguiendo victorias. Despidos que no se han llevado a cabo. Salarios que no han bajado o que han recuperado poder adquisitivo. Ritmos de trabajo menos destructivos, vacaciones recuperadas o contratos que han dejado de ser tan precarios. Avances que, lo sabemos, son gracias a la lucha. Nuestra lucha.
Este 1 de mayo seguiremos haciendo lo que hacemos cada uno de los días del año. Saldremos a la calle para seguir ganando. Paso a paso, pero sin esconder la cabeza bajo el ala. Actualizando nuestras formas de ser y de hacer, pero manteniendo, como siempre, el fin de nuestras luchas: la construcción de una sociedad libre de cualquier forma de explotación y de opresión.
Viva el 1 de mayo y viva la lucha de la clase trabajadora!
http://www.cgtcatalunya.cat/spip.php?article11895
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